dimarts, 22 de març del 2011

Historia de una autoconstrucción

Lo que hoy se conoce como Torre Baró eran, en el siglo pasado una inmensa propiedad agraria. El nombre se lo debe a una torre construida por el Archiduque Barón de Pinós y destruida durante la guerra de Sucesión. Más tarde se construirían otras dos, la última ni siquiera llegó a construirse.
Hacia 1920, se comenzaron a edificar algunas viviendas aisladas, después de diversos proyectos de ciudad jardín que no prosperaron.
Con las oleadas de inmigración de los años 50 y 60 se convirtió en un barrio de autoconstrucción, aprovechando que las dificultades orograficas lo habian preservado de la urbanización.
A lo largo de los años ha habido numerosos proyectos de remodelación o rehabilitación que, por diferentes motivos, no acabaron de materializarse.
Actualmente, a través del Plan de Barrios que promueve la Generalitat, finalmente se podrán garantizar las dotaciones y servicios mínimos de barrio.
Esta historia no dista demasiado de la de como se formó el núcleo de Les Roquetes, que a pesar de pertenecer al municipio de San Pere de Ribes, se incorpora al núcleo de Vilanova y la Geltrú.

Les Roquetes ocupa un espacio que en los años 50 eran tierras de cultivo, pero la agricultura dejó de ser rentable a mediados del siglo XX, y poco a poco se abandonaron los cultivos a la vez que se iniciaba la segunda industrialización en la comarca, especialmente en Vilanova.

Coincide esta situación con el desarrollo económico de la década de los cincuenta y los posteriores planes de desarrollo de los años 60 que rompieron el aislamiento del país.

Las fábricas e industrias ya existentes, principalmente textiles y metalúrgicas y otras de productos químicos como Pirelli aumentaron el número de trabajadores. A la vez se crearon nuevas industrias.

Toda esta situación dio lugar a un importante crecimiento demográfico en la comarca del Garraf, que se planteó nuevos retos para acoger la inmigración. La oferta de nuevas viviendas no aumentó al mismo ritmo en todas las poblaciones que recibían inmigrantes.

Las fincas que antes eran de cultivo parcelaban las tierras sin un plan urbanístico y se vendían a precios bastante asequibles. Los trabajadores inmigrantes compraban las parcelas y contruían sus casas, la mayoría por sus propios medios, sin los principales servicios de agua, luz y alcantarillado.

A finales de los 60 la situación era de urbanización ilegal y aumento constante de la construcción de nuevas viviendas como huertos familiares que pasaban a convertirse en la vivienda definitiva. Para hacer frente a la situación incontrolada se inició la elaboración de un plan parcial para legalizar la urbanización.

A principios de los 70, una vez aplicado el plan parcial y legalizada la urbanización, los promotores comenzaron a construir, al mismo tiempo se instalaron comercios y servicios de todo tipo, haciendo ciudad allí donde solo había edificaciones.

Se han venido estableciendo en Les Roquetes, en definitiva, todos los servicios necesarios para abastecer una población que es aproximadamente la mitad de todo el municipio de Sant Pere de Ribes.