Les Roquetes ocupa un espacio que en los años 50 eran tierras de cultivo, pero la agricultura dejó de ser rentable a mediados del siglo XX, y poco a poco se abandonaron los cultivos a la vez que se iniciaba la segunda industrialización en la comarca, especialmente en Vilanova.
Coincide esta situación con el desarrollo económico de la década de los cincuenta y los posteriores planes de desarrollo de los años 60 que rompieron el aislamiento del país.
Las fábricas e industrias ya existentes, principalmente textiles y metalúrgicas y otras de productos químicos como Pirelli aumentaron el número de trabajadores. A la vez se crearon nuevas industrias.
Toda esta situación dio lugar a un importante crecimiento demográfico en la comarca del Garraf, que se planteó nuevos retos para acoger la inmigración. La oferta de nuevas viviendas no aumentó al mismo ritmo en todas las poblaciones que recibían inmigrantes.
Las fincas que antes eran de cultivo parcelaban las tierras sin un plan urbanístico y se vendían a precios bastante asequibles. Los trabajadores inmigrantes compraban las parcelas y contruían sus casas, la mayoría por sus propios medios, sin los principales servicios de agua, luz y alcantarillado.
A finales de los 60 la situación era de urbanización ilegal y aumento constante de la construcción de nuevas viviendas como huertos familiares que pasaban a convertirse en la vivienda definitiva. Para hacer frente a la situación incontrolada se inició la elaboración de un plan parcial para legalizar la urbanización.
A principios de los 70, una vez aplicado el plan parcial y legalizada la urbanización, los promotores comenzaron a construir, al mismo tiempo se instalaron comercios y servicios de todo tipo, haciendo ciudad allí donde solo había edificaciones.
Se han venido estableciendo en Les Roquetes, en definitiva, todos los servicios necesarios para abastecer una población que es aproximadamente la mitad de todo el municipio de Sant Pere de Ribes.