La incineración se alzo hace unas décadas como gran solución a este difícil problema, reduciendo a base de llamas los molestos residuos a cenizas y humo, y encima, consiguiendo energía a cambio.
Actualmente se conoce de sobras los graves efectos nocivos de las cenizas y gases tóxicos producidos con esta lucrativa práctica incineradora.
De este modo han aparecido en los últimos años iniciativas por parte de estas empresas para lavar la cara y maquillar estos gigantescos hornos que transforman toneladas de residuos en energía, cenizas tóxicas no-degradables e invisibles gases venenosos.
De este modo aparecen los eco-parques como el del Fórum o el “Parc de Tecnologies Ambientals” asociado a la incineradora de Son Reus en Palma de Mallorca, instalaciones normalmente simbióticas con las incineradoras, que adosadas a ellas, reciben una mínima parte de los residuos, que son tratados con “todas las atenciones verdes posibles”. Separación, transformación en bio-gas, compostaje, reciclaje, … y lo que sobra? De nuevo a la incineradora…
Parc de les Tecnologíes Ambientals de Mallorca
Incineradora de Son Reus, Mallorca, con pancarta de Greenpeace: "quemar basura contamina"