Una vez decidida la rehabilitación de los bloques, se llevó a cabo un concurso de ideas en el que participaron 119 estudios de arquitectura. La propuesta ganadora propone el derribo de cerramientos, particiones y pavimentos, dejando al desnudo la estructura de los bloques, y la posterior construcción de nuevas particiones, cerramientos exteriores, ascensores y instalaciones, y la reurbanización de los espacios públicos entre bloques. Así, manteniendo la fisonomía del barrio, se construirán menos y mejores viviendas, espacios comunitarios y locales comerciales así como equipamientos. Se abrirán conexiones transversales entre bloques, ahora inexistentes, para dar mayor continuidad al espacio público.
Aún así, la pregunta es ¿qué ocurrirá con los habitantes actuales del degradado barrio, en su mayoría inmigrantes, familias de etnia gitana y personas mayores? ¿Contempla finalmente el proyecto sus opiniones? ¿Será capaz, un estudio de arquitectura, de mejorar con su proyecto todo un tejido social degradado durante años, más allá de las infraestructuras?
El pasado mes de enero se iniciaron los trabajos, que está previsto que duren 12 años… el tiempo dirá.