diumenge, 5 de juny del 2011

Puede la arquitectura combatir la degradación social?

Después de la visita a Torre Baró/Ciutat Meridiana, conociendo sus orígenes y problemas de degradación, y su estado actual, de mejora progresiva, se me ocurre compararlo con el degradado y problemático barrio palmesano del Camp Redó (conocido como Corea, el último gueto urbano de Palma, barrio de la inseguridad, las drogas, la inmigración y los gitanos). Este polígono de bloques lineales con viviendas mínimas de los años 60 ha sufrido una progresiva degradación en los últimos años, llegando a un punto insostenible en el que pone en riesgo la seguridad, salubridad y funcionamiento no del ya de por si degradado Corea, si no de los barrios adyacentes. Después de años de oídos sordos por parte del ayuntamiento, en 2008 se pone en marcha un plan para rehabilitar el barrio, incluyendo un referéndum a sus habitantes para evaluar sus necesidades y deseos. El referéndum plantea la opción de demoler los bloques y construir un nuevo barrio, con el consiguiente realojo de sus ocupantes en otras zonas de Palma, o la posibilidad de restaurar los bloques actuales.

Barrio de Corea. Estado actual.

Una vez decidida la rehabilitación de los bloques, se llevó a cabo un concurso de ideas en el que participaron 119 estudios de arquitectura. La propuesta ganadora propone el derribo de cerramientos, particiones y pavimentos, dejando al desnudo la estructura de los bloques, y la posterior construcción de nuevas particiones, cerramientos exteriores, ascensores y instalaciones, y la reurbanización de los espacios públicos entre bloques. Así, manteniendo la fisonomía del barrio, se construirán menos y mejores viviendas, espacios comunitarios y locales comerciales así como equipamientos. Se abrirán conexiones transversales entre bloques, ahora inexistentes, para dar mayor continuidad al espacio público.

Barrio de Corea. Propuesta rehabilitación.

Aún así, la pregunta es ¿qué ocurrirá con los habitantes actuales del degradado barrio, en su mayoría inmigrantes, familias de etnia gitana y personas mayores? ¿Contempla finalmente el proyecto sus opiniones? ¿Será capaz, un estudio de arquitectura, de mejorar con su proyecto todo un tejido social degradado durante años, más allá de las infraestructuras?

El pasado mes de enero se iniciaron los trabajos, que está previsto que duren 12 años… el tiempo dirá.