dissabte, 11 de juny del 2011

UN LUGAR SIN VIDA

El proyecto de Plaza Europa constituye, a mi parecer, un ejemplo del fracaso que supone para una ciudad este tipo de intervenciones urbanísticas realizadas bajo planteamientos meramente económicos y ajenos a cualquier deseo de crear ciudad.

Pues lejos de mejorar el barrio en el que se ubica, esta intervención urbanística ha resultado ser una oportunidad desaprovechada. Como motivo fundamental de este fracaso destaco la monumentalidad en su planteamiento, pues tanto los edificios como el espacio público están totalmente fuera de escala, lo que lo convierten en un lugar difícil de habitar. Sin embargo, si algo hay calificar como positivo de esta intervención es la continuidad del espacio urbano que se ha conseguido con el soterramiento de la Gran Vía.

En conclusión, un proyecto que no dista mucho de lo que nos mostraban en la maqueta: un espacio de edificios llamativos de oficinas sin gente, un lugar sin vida.