divendres, 3 de juny del 2011

ORIGEN

Una de las cosas que más me sorprendieron, quizá por el hecho de haber estado por el barrio varias veces pero nunca darme cuenta de ello, era el carácter tan diferente de dos zonas tan cercanas como la estación de Sants (muy vinculada a la ciudad por su importancia en el transporte público) y el propio barrio que, al igual que vimos en otros recorridos como el de Poble Sec o Gracia, es un barrio prendido de su propia cultura. Se trata un barrio fundado en sus orígenes, con un carácter de pueblo, en el que los vecinos conviven, se relacionan y se asocian en diferentes grupos, como es el caso de los Castellers; hacen vivencia de barrio.

Y creo que una de las cosas por las que podemos llegar a apreciar este carácter interno de barrio es porque en la mayor parte de Barcelona este carácter es inexistente. Así en l’Eixample, como es lógico debido a su magnitud y a su densidad, los vecinos no se relacionan tanto entre sí y por otro lado la principal diferencia con otros barrios como Besos, es que estos fueron construidos para dar servicio a la propia ciudad. Sants fue un pueblo anexado a la ciudad después de haberse servido a sí mismo y haber vivido de sus propios bienes durante muchos años.