Con la intención de responder a la cada vez creciente demanda de la vivienda, aparece el destrito residencial de Torre Baró. Planteado, inicialmente, como cuidad-jardín, pronto se convirtió en un barrio de vivienda autoconstruida, con gran carencia de equipamientos y espacios lúdicos. Sin un planteamiento claro de distribución de espacios verdes, la distribución de los bloques se rige, básicamente, por la fuerte pendiente del terreno en el que se sitúa el barrio. En general, las carencias urbanísticas de la zona son múltiples: carencia de espacio para la cómoda circulación de personas, mal planteados los accesos a algunos de los equipamientos, deficiencia de iluminación, etc. Carencias que el ayuntamiento esta intentando resolver los últimos tiempos. No es difícil comparar Torre Baró con cualquiera de los barrios para dormir de diferentes ciudades. El planteamiento urbanístico de la cuidad de Moscú de los años 50-70 propuso una clara separación entre zonas de trabajo/ocio y lugares de descanso. Debido a ello, fuera del centro de Moscú, esta lleno de barrios de las mismas características, la única diferencia de los cuales con Torre Baró es el terreno llano que presentan.
