diumenge, 12 de juny del 2011

05/17_Eixample

Con la rotura de las murallas y la extensión de la cuidad de Barcelona, se hizo necesario un proyecto de ampliación, que integrara todos aquellos destritos que no pertenecían a la cuidad, hasta ahora. El proyecto se abordó con la característica del S. XVIII confianza en la razón, resultante de ello un plan estrictamente geométrico estudiado al detalle. La uniforme malla del ensanche, se extendió por toda la cuidad, incorporando, a modo de intrusos, los diferentes pueblos de su alrededor.

No obstante, el trazo homogéneo de las manzanas, aceptó la variedad ya que los arquitectos volcaran toda su imaginación en la composición de sus envolventes, produciendo un rico juego de fachadas. La estricta retícula geométrica, acepto, también, los cambios que se produjeron a lo largo de estos 150 años: cambio de usos, incorporación de vehículo rodado, crecimiento de densidad de población, etc. Se han integrado al funcionamiento de la malla rectangular de la cuidad de Barcelona.

La ampliación de la cuidad de Moscú se ejecutó de una manera natural. Debido a su estructura concéntrica, anular, al incrementar la población, crecían, a modo de cebolla, círculos cada vez mayores de diámetro, alrededor de su centro. El funcionamiento de este planteamiento resultó ser deficiente: enormes atascos a casi todas las horas del día lo demuestran.