La visita a la Editorial Gustavo Gili me pareció interesante por tratarse de un interior de manzana con un uso distino al que es más habitual en el Eixample. El edificio en sí me pareció bonito y sencillo, la estructura interesante al igual que la manera de resolver el acceso que permite visibilidad desde la calle y la manera en que se relaciona con el edificio de vivienda que se construyó enfrente, así como los de su alrededor, respetano patios, accesos, etc.
En la ciudad de México, la conformación o estructura urbana es distinta, por lo que no se dan mucho los interiores de manzana como sucede en el Eixample de Barcelona, aunque es cierto que en el centro histórico del DF existen muchos edificios coloniales o manzanas con patios interiores; la mayoría son destinados en la actualidad a usos culturales como museos así como a edificios adminitrativos del gobierno.
