dilluns, 9 de maig del 2011

La senda del éxito

Cuando hablamos del éxito urbano de Polígonos residenciales, hablamos inevitablemente de medidas, proporciones, uso de plantas bajas, relación con infraestructuras y transporte, orientación, vertebración y equipamientos.

Así, el barrio de la Mina tuvo durante muchos años serios problemas sociales y urbanos, por su situación, cercada por infraestructuras, con bloques interminablemente largos de viviendas sin apenas equipamientos de barrio, y plantas bajas opacas. Añadiéndole otras causas de índole étnica y social, se convirtió en un guetto, y se ha tenido que invertir mucho esfuerzo, abrir y conectar con el resto de la ciudad (con el Tram por ejemplo), construir equipamientos de la escala del poblado barrio o mejorar las viviendas existentes para corregir gradualmente estos déficits y hacer de la Mina un barrio al menos tan digno como su vecino, el Polígono de Sudoest Besòs.

Teniendo en cuenta que nacieron como barrios de construcción rápida para acoger a inmigrantes en los años 60/70, este último parece haber tenido un planeamiento más cuidadoso y sensible. Aunque nos pueda parecer repetitivo o monótono en algún punto, la sensación que tenemos al caminar a través de sus calles y plazas es bien distinta de la que teníamos al atravesar la Mina: sentimos una escala más doméstica, seguramente asociada a la mezcla de tipos de construcciones, edificios con más escala de ciudad y otros que se relacionan directamente con el viandante. A esto también se suma el uso comercial de las Plantas bajas de las vías principales, como por ejemplo la Rambla de Prim, a modo de boulevard ajardinado. El polígono se diseñó en conexión con el resto de la ciudad, respetando las alineaciones dictadas por el Plan Cerdà, pero poniendo énfasis en la orientación de los bloques de viviendas y en los espacios urbanos. Otro rasgo característico es la utilización de diversas tipologías de viviendas.

Por·tanto,el·éxito·de·un·polígono residencial viene asociado a toda una serie de parámetros, pero depende en gran parte de esta sensación de domesticidad, de su funcionamiento tanto autónomo como en relación a la ciudad y de la mezcla de tipologías y grupos sociales. El polígono de Sud Oest de Besòs se mueve en esta dirección, la senda del éxito.