Los lugares mas altos en las ciudades, de un punto de vista topografico, tienen una fuerza identitaria y simbolica particular. En estos lugares estrategicos de representacion se exprimen tensión y confrontación. El Sacré Cœur fue construito despues de la Commune en Paris como simbol de la victoria de la iglesia sobre los « communards » en 1871. Fue muy complicado de construir un edificio tan grande en la parte mas alta de Montmartre, pero como estaba el lugar de la « prise des canons » tenia un fuerza simbolica muy grande. (*)
Este simbolismo aparece a traves de grandes secuencias monumentales que permiten el acceso a un monumento en parte alta, como el MNAC en Montjuic o el Sacré-cœur en Montmartre. Se exprime una dichotomia fundamental : el monumento se da a ver desde la ciudad como un lugar de poder y de representación, mientras la ciudad se da a ver desde el monumento en el cual hay, subyacente, la idea del punto de vista.
Las alturas son lugares atipicos fuertemente identitarios tambien cuando se trata del tejido urbano. Este se adapta a la topografía y también entretiene una relacion con la historia. Asi como en Montjuic hay el Poble Espanyol, en Montmartre hay la place du Tertre. El tejido antiguo es conservado y protectado por que es parte de la identitad del lugar y, a escala mas grande, de la ciudad.
Así, los puntos altos son lugares muy importantes en la Historia de las ciudades. Se superponen en estos lugares varias capas de historia y al final coexisten varias historias que participen de la identidad de la montana.
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Vista desde Montjuic
(*)« La Commune de Paris » (1871) es un episodo de la historia de Paris en el cual, un grupo comunista se subleva contra el gobierno y instaura en París un gobierno autónomo. Despues de la guerra de 1870, los canones estaban almacenados en el cerrillo Montmartre. Los « communards » se apoderaron de estos canones y los bajaron en la ciudad lo que les permitió tener éxito su revolución. Este gobierno comunista queda solo 2 meses y los « communards » fueron exiliados. Fondos llegaron de toda la Francia para pagar el Sacré Cœur y queda en París un miedo muy grande del comunismo.
