Como hemos visto en Barcelona, el dominio que desempeñó la religión en el espacio de la ciudad y la posterior desamortización constituyeron también dos de los factores que determinaron de forma notable la imagen del centro histórico de Valladolid. En Valladolid, esta desamortización trajo consigo la desaparición de multitud de monasterios y conventos e importantes transformaciones urbanísticas gracias a la recuperación de dicho suelo para la creación de nuevos edificios y vías de acceso.
Quizá la lectura que saco de este recorrido a través de los orígenes de la ciudad de Barcelona, es su capacidad para conservar las huellas históricas que nos permiten conocer, a través del recorrido de sus calles, lo que aconteció en ella. Destaco esto porque, a diferencia de Barcelona, Valladolid ha sufrido a lo largo del tiempo numerosas pérdidas de patrimonio urbano en su casco histórico.