Barcelona, a pesar de no disponer de demasiadas zonas verdes en el centro de la ciudad, cuenta con grandes espacios verdes naturales en sus zonas limítrofes o bien en puntos donde la topografia se eleva formando pequeñas montañas, es ahí donde aparecen parques como el de Collserola o el del Guinardó.
Ambos parques mezclan zonas relacionadas con lo urbano, se crean zonas que limitan con la ciudad i funcionan de antesala de los parques. Otras partes estan directamente vinculadas con la naturaleza, en las cuales olvidas que te encuentras en medio de una gran ciudad y te dejas perder por una zona de vegetación forestal.
Otro punto en comun entre los dos parques es que poseen una parte histórica, el paso de los años ha dejado huella en ellos, caminando por sus senderos puedes descubrir pequeños trozos de la historia dela ciudad.