La configuración de la Ciutat Vella se ha ido produciendo a lo largo de la historia mediante la adición y la mezcla de la ciudad romana, la medieval y de las numerosas actuaciones posteriores. El resultado actual es una amalgama de formas difíciles de distinguir entre ellas. Si nos fijamos todos los trazados están ahí, pero la forma de la Ciutat Vella no la adición de éstos, sino la mezcla.
Durango es una villa de fundación medieval y como tal, en su trazado se aprecia el papel predominante de las iglesias. Al contrario que en Barcelona, el casco viejo de Durango apenas ha sufrido cambios a lo largo de la historia. Se suprimieron las murallas, de las que sólo queda una puerta de entrada, pero el trazado original e incluso los nombres de las calles son lo originales.
En cuanto a su uso, tampoco ha habido grandes variaciones. Hacia finales del s.xx, demográficamente sufrió un envejecimiento importante debido a la rápida expansión del pueblo hacia las afueras, pero esto ha cambiado en los últimos años, ya que, al igual que en Ciutat Vella, los jóvenes han empezado a valorar las cualidades de este barrio.