En la planta urbanística de Barcelona el casco antiguo y las murallas históricas marcan un límite bien definido respecto a la nueva expansión de l'Eixample de Ildefonso Cerda.
En la Ciutat Vella hay una jerarquía del tejido viario: pasos estrechos sobre todo peatonales y para bicicletas, proporción de verticalidad entres las fachadas y las calles en las vías comerciales, tráfico rodado permitido solo en vías largas como vía Laietana y la Rambla.
Ferrara ,como Bracelona, formula un casco antiguo de gran calidad para la población, conserva un centre muy claro y lo que me gusta más es que las murallas antiguas todavía se conservan como las originales.
A Ferrara hay también una mezcla de calles: recorridos que desembocan por pequeñas plazas cada una diferentes, viejas calles con edificios artesanales, de mínima anchura con tienda a la planta baja y pisos a la plantas superiores, vehículos lejos desde el centro que se deja libre a el peatón y a las bicicletas.