dissabte, 11 de juny del 2011

La Ría: principal arteria de Bilbao

Durante la visita a Montjüic, Estanislao hizo especial hincapié en cómo la ciudad condal le había vuelto la espalda a la montaña durante años. Esto también puede aplicarse al caso de Bilbao y su Ría.
La villa fue erigida en uno de sus meandros. Desde los primeros asentamientos la Ría se ha visto sometida a la acción humana. Su fondo ha sido dragado en infinidad de ocasiones. Con el auge de la metalurgia y de la industria naviera se construyeron muelles en ambas orillas. Sin embargo, la acción más drástica a la que se ha visto sometida ha sido la creación del canal de Deusto; un brazo de agua artificial excavado entre 1.950 y 1.968 que tenía como función facilitar la navegación al ayudar a sortear las curvas dibujadas por el curso natural. El proyecto se detuvo optando por dejarlo en forma de dársena.
Todo ello ha tenido consecuencias desastrosas para la Ria en lo que respecta a la calidad del agua, hasta el punto de provocar su anoxia (falta de oxígeno) y la consiguiente desaparición cais completa de la fauna y la flora. Tanto los dragados como el continuo arrojo de residuos industriales y urbanos han sido los causantes de esta situación. Durante décadas Bilbao no ha mirado a la Ría pese a ser de vital importancia para el desarrollo económico de la villa. No fue hasta el año 1.997, con la inauguración del museo Guggenheim Bilbao, cuando surgió la iniciativa desde el ayuntamiento de regenerar la Ría y sus riberas con la creación del plan urbanístico Bilbao Ría 2000.