dimarts, 19 d’abril del 2011

El mismo gato, distinto cascabel

Sud-Oest Besòs, como tantos otros barrios de su tiempo, nació para lo que nació: para poder sostener el crecimiento desmesurado y frenético de la ciudad. Mucho más integrado e integrable que Ciutat Meridiana, por estar físicamente más cerca de la ciudad, pero con el mismo sabor urbanístico: el de la perversión de la idea de ciudad del movimiento moderno, quedándose con lo más vendible y olvidándose del resto, lo que le daba sentido.
Tras visitarlo, uno se queda con la sensación que la verdadera reforma ha sido la de la Gran Vía, que ha integrado el barrio con Barcelona y ha hecho desaparecer el aislamiento que suponía estar al otro lado de una autopista. Sin embargo, parece que en el interior sólo se ha hecho "chapa y pintura", repavimentar y dignificar los espacios comunes. Los bloques de pisos son los mismos -con excepciones-, y la mayoría están en el mismo estado que hace 40 años. Las casas en hilera parecen seguir viviendo en los 50 y 60, como si nada hubiese cambiado del límite de su terreno hacia adentro. El usuario destino del barrio tampoco parece haber cambiado: clases bajas e inmigrantes, lo que otorga el barrio el mismo carácter -para bien y/o para mal- que antaño. El mismo gato con un cascabel más bonito.
Comparando con Vilafranca podemos citar el barrio del Espirall, nacido en los 60 para acoger la inmigración de la época, mayoritariamente andaluza. Si bien el sabor no es de polígono industrial sino de barrio, el carácter del lugar es totalmente diferente al del resto del pueblo, siendo socialmente autónomo y casi siempre a espaldas de lo que sucede en el resto de barrios. A día de hoy en el Espirall siguen viviendo inmigrantes andaluces de los 60 y sus hijos, junto con la inmigración más reciente. El barrio nunca se ha llegado a integrar en la dinámica de Vilafranca, y tampoco ha habido mucha intención de hacerlo por ninguna de las partes implicadas. En este caso no hay barrera física a la que apelar: la barrera es social. 50 años después, el mismo gato con el mismo cascabel.