dilluns, 30 de maig del 2011

02/22_Montjuïc

Si la montaña de Montjuic ha servido a la cuidad de Barcelona de materia para la formalización de ésta. Plantando la misma cuidad en la parte llana, al pie del monte. En antigua Rusia, la construcción de una nueva ciudad se realiza preferentemente en la orilla alta en la confluencia de dos ríos, sobre las colinas. La misma ciudad se divide tradicionalmente en dos partes - la "falda", que ocupa la región costera y la "montaña" (una porción elevada) con un centro fortificado - Kremlin. La construcción de Moscú no difiere de este esquema tradicional, pero las primeras referencias a sus colinas aparecen sólo a finales del siglo XV, cuando se habla de Moscú como la Tercera Roma. La idea de "Moscú como “la Tercera Roma" aparece durante el reinado de Iván el Terrible, quien, después de 1547, une los diferentes condados independientes para formar el reino de Moscovia. La importancia creciente de Moscú, como potencia espiritual, hace necesaria la aparición de similitudes que permitan establecer paralelismos con las capitales espirituales anteriores (Roma y Constantinopla). Así, se habla de las siete colinas sobre la que se construyó la cuidad de Moscú, como prueba de esta continuidad, ya que una de las características principales de Roma y Constantinopla fue la fundación de estos pueblos en las colinas - Roma sobre las 12; Constantinopla sobre las 7.