dilluns, 7 de març del 2011

Bellver: el Montjuïc de Palma

Montjuïc es el mayor parque de Barcelona, el punto elevado que domina todo el llano de Barcelona, y es la gran roca que ha abastecido de piedra a la ciudad durante siglos. Por su situación estratégica fue coronado con el castillo que tanta amargura ha llevado a la ciudad. Aun así, del mismo modo que los romanos descartaron su colonización por la dificultad que supone el transporte vertical frente al horizontal, hoy en día esta barrera física dificulta enormemente su relación con la ciudad. Así mismo, creo que una mayor barrera es el desconocimiento de todas las posibilidades que ofrecen los numerosos equipamientos, parques y zonas de ocio, debido probablemente a una incorrecta o insuficiente promoción.
Si la semana anterior comparábamos las similitudes entre Ciutat Vella y el Casco Antiguo de Palma, hoy hallamos de nuevo una importante analogía. Como Barcelona, Palma tiene a 2 km de su centro histórico, un monte aislado (el Puig de sa Mesquita) que se eleva 114 metros sobre el mar. Éste domina toda la bahía y la ciudad, y en su cima se edificó en el año 1300 el conocido Castillo de Bellver. El monte también contiene numerosas canteras explotadas desde hace siglos y hoy en día, y a pesar de la enorme presión urbanística, se mantiene en él un gran bosque de pinos y encinas que rodea el castillo, siendo éste el único espacio verde natural en la ciudad.

A pesar de la ausencia de equipamientos y ser un espacio natural protegido, la presencia del castillo atrae a multitud de palmesanos y turistas que pueden disfrutar de la naturaleza, el paisaje y la historia, a 10 minutos de la ciudad.

Bosque de Bellver (verde) Castillo de Bellver (rojo) Fundación Miró (azul) Centro (amarillo)

Finalmente, me gustaría terminar señalando un hecho que, aunque anecdótico, no deja de ser interesante: Si el genial Joan Miró, junto con su amigo Sert, decidió ubicar en Montjuïc el edificio para su fundación de Barcelona, también eligió, años antes, el bosque de Bellver en Palma para situar su residencia y posteriormente su taller (obra también de Sert), creándose finalmente otra fundación. Así pues los montes de Palma y Barcelona tienen, aparte de castillos y naturaleza, las dos Fundaciones del artista Joan Miró. (derecha: taller de Joan Miró - Josep Lluís Sert, Palma de Mallorca)