dilluns, 28 de febrer del 2011

Caminamos Ciutat Vella leyendo las páginas de su historia, por primera vez unos, recordando capítulos olvidados otros. El paso del tiempo y sus cicatrices en la ciudad. Fragmentos de lo que fue, fragmentos que la imaginación debe reconstruir.

La fundación de las colonias de Barcino y Caesaraugusta. Búsqueda de la temporalidad en lo contemporáneo. El templo de Augusto quedó encarcelado en el patio del Club del Excursionista de Catalunya mientras, el teatro romano de Zaragoza se asoma bajo una gran cubierta en pleno centro. Descubrir la superposición de tiempos, mirar Via Laietana, la calle Alfonso, Rambla del Raval o el Forat de la vergonya, actuaciones contemporáneas que nos obligan a mirar de cerca, las que borran puntualmente fragmentos del tejido histórico e inevitablemente cargan con sus cicatrices, funcionales y necesarias que nos transportan a otro tiempo.

Si los cementerios del siglo XIII hoy son plazas, ¿qué pasará cuando la Plaza Real de Barcelona o la de los Sitios en Zaragoza sean transformadas por necesidades sociales o urbanísticas?El valor de la ruina o la atemporalidad.